Soy el puente material entre lo que sueño y vivo.
No puedo permitir que la vida me someta
y menos negarme mi plena participación como dueña y responsable de este cuento maravilloso,
que nunca dejara de ser la pura realidad.
No soy mas que un testigo fugaz de las emociones que me recorren segundo tras segundo y que solo nosotros canalizamos para nutrirnos de ellas.
La oportunidad de vincularnos, amarnos y expandirnos, no nos da tregua.
No desplacemos ni perdamos nuestro unico instante magico.
La eternidad es nuestra, siempre y cuando la valoremos como tal.