Hoy guardo mi disfraz de segunda mano y uso mi mejor atuendo para asi, vestirme de mis dias y fluir latiendo.
Cierro los ojos y soy la cenicienta de todos mis cuentos que viene a convertir la calabraza en un tren de primera.
Aquí es mi parada y ante todo, ahora es el momento justo.
La decisiones son de otra época y la moda es fluir.
Hoy digo que luchar es contradictorio a mis intenciones
porque la revolución ya se hizo y ahora es época de cumplir objetivos.
Estamos hechos para morir en cada paso, y volver a nacer para un nuevo intento.
Somos un instante que muere y se transforma en otro, solo para quedar en la memoria.
La sorpresa es el compás de quien hoy escucha.
Cada momento tiene su música, y estamos destinados a bailarlo.
Gritos silenciosos, que reclaman vida se transforman en un subibaja de intensidades
para así extenderse por sus propias ramas y conquistar sus propias tierras.
Esa escurridiza porción de abundancia que corre por los poros y me envuelve en escalofríos
es quien me penetra y cura con las mas dulces emociones.
En esta instancia somos la fuerza y al futuro hay que armarlo con amor.
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